En las puertas del fin de curso y con el verano asomando como un premio muy deseado nos reunimos la Fraternidad Signum Fidei de Andalucía en la Casa Provincial de Dos Hermanas (Sevilla) el pasado 21 de Junio. Acudimos allí desde Antequera, Jerez de la Frontera y Sevilla. Cada Encuentro significa para nosotros un día para convivir con los amigos, para tener un rato de oración en común, en gran grupo y “recargar las pilas”, nuestro rato de formación y el momento para recibir noticias de distintos ámbitos.
De la charla distendida y el tiempo de oración hemos constatado que éste ha sido un curso cargado de hermosos momentos: nacimiento de un nieto, graduaciones, vuelta a la ciudad, boda, destinos más cercanos para los hijos… pero también ha sido un año duro en el que las preocupaciones, las dificultades y el dolor nos ha visitado con operaciones, enfermedades inesperadas, la marcha de algún hijo buscando abrirse camino y alguna prueba más…
Damos gracias a Dios por todo ello, porque nos dio momentos de alegría y esperanza, de cercanía, de crecimiento personal, de estrechar lazos entre nosotros y comprobar el poder de la oración de los hermanos y gracias, sobre todo, por su Presencia que vivifica, acompaña y da fuerza.
El rato de formación estuvo dedicado al capítulo 5 del Estilo de Vida “La Comunidad”. Nos sirvió para recordar y profundizar en la trascendencia y el peso que tiene vivir nuestra fe en una Comunidad cristiana-lasaliana. Es en la Comunidad donde el Espíritu se manifiesta en los hermanos enriqueciéndonos y dándonos fuerza para el servicio en la Misión, para el compromiso con los más necesitados.
Tuvimos ocasión de comentar cómo se había hecho la renovación de la Consagración con la Comunidad de Hermanos, la mayoría en torno a la festividad de la Santísima Trinidad, dentro de la Eucaristía. Fue para nosotros un estímulo el saber que tres de nosotros han dado el paso de hacer una Consagración de por vida y que tendrá lugar en el día de la Misión. Desde aquí nuestro apoyo y ánimo en este significativo momento en sus vidas.
Terminamos la jornada con una comida compartida con los Hnos de la casa y los Hermanos directores de Comunidad que también estaban allí reunidos en la que disfrutamos de la habilidad, el cariño y buen gusto con que se prepararon las “cositas buenas” que comimos.
Ya andamos haciendo previsiones para el próximo curso con ilusión. Desde aquí os deseamos un feliz verano a todos en el que disfrutéis de la familia, la naturaleza, el merecido descanso y tiempo de ocio y, sobre todo, de un encuentro sereno con el Buen Dios.
Mercedes Fuentes
Coordinadora de Signum Fidei Andalucía