Hasta Sevilla, y a punto de comenzar la Feria de Abril, se desplazaron desde un sinfín de rincones una veintena de los Hermanos más jóvenes de la ARLEP para encontrarse y compartir vida, la vida.
El encuentro se fue deslizando por diversos espacios que permitieron completar un amplio abanico de realidades lasalianas de la capital andaluza. Junto a los Hermanos y postulantes que forman parte de la Comunidad del colegio Felipe Benito compartieron la primera de las jornadas con los voluntarios, amigos y colaboradores de la Asociación Manos Abiertas que trabaja en el Polígono Norte.
En la misma mañana, los Hermanos y jóvenes del movimiento Salle Joven compartieron un bello momento de encuentro y reflexión sobre la presencia y acompañamiento que unos y otros comparten en el seno de la misión de La Salle. Especialmente interesente fue el diálogo que desembocó en las respuestas de cómo desean los jóvenes encontrarse con los Hermanos y qué propuesta hace La Salle para ellos.
La tarde abrió el momento de poner la vida de cada uno sobre la mesa y, posteriormente, permitió escuchar la reflexión y el ánimo transmitido por el H. Rafa Matas, Consejero General del Instituto, quien ayudó a valorar el carácter de inserción y «normalidad» de ser Hermanos en cada una de las realidades vividas por los presentes.
Se tuvo también la suerte de compartir la eucaristía, al final de la jornada, con muchos de los miembros de la Comunidad Educativa del Colegio Felipe Benito, con animadores y catequistas de pastoral juvenil y con voluntarios de la Asociación Manos Abiertas, lo que permitió poner un broche de oro a una intensa jornada de confraternización lasaliana en Sevilla.
Nuestro agradecimiento, por último, a la comunidad de Hermanos de Dos Hermanas que ha acogido a una buena parte de la expedición y ha favorecido el transcurrir de todo el encuentro con mucha normalidad.
De cara al verano, se abre un nuevo período de encuentros que pasarán por las diferentes reuniones, propuestas de pastoral o actividades del verano, especialmente las realizadas desde Salle Joven o el encuentro de las JMJ en Polonia.
Rafa Palomera