El pasado 24 y 25 de febrero celebramos la tercera edición del encuentro Hiari. Cuarenta jóvenes voluntarios procedentes de varios centros educativos y obras socioeducativas de Andalucía, se dieron cita en el Colegio La Salle-San Francisco, en Sanlúcar de Barrameda. Este proyecto, “Voluntariado. Compromiso de todos”, organizado por la ONGD Proyde y las Obras Socioeducativas Hogar La Salle Jerez, Manos Abiertas con Norte y Estrella Azahara, y subvencionado por la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, unió a jóvenes voluntarios de entre 16 y 20 años para generar conciencia crítica y formarlos en el ámbito del voluntariado.
Durante la mañana del sábado, a través de diferentes actividades, los y las jóvenes reflexionaron sobre su identidad y su autoconcepto para llegar a comprender cómo confrontar la pobreza, además de debatir sobre el reparto desigual de la riqueza y ser conocedores de la existencia de otras realidades.
La jornada continuó con la aportación de las vivencias de otras personas comprometidas que compartieron sus experiencias de voluntariado. De esta manera acercaron el voluntariado como un estilo de vida y despertaron en los participantes la inquietud para comprometerse con el mundo que les rodea.
La mañana del domingo comenzó con un desayuno un tanto diferente: con productos de Comercio Justo. Hay que tomar conciencia de que en cualquiera de nuestras rutinas diarias podemos hacer algo por mejorar el mundo. Seguidamente y hasta el cierre por la tarde, los jóvenes asistieron al taller “Instagramers” donde reflexionaron sobre los conceptos comunicación y participación social y la importancia de hacer un buen uso de las redes sociales en este ámbito. Con Instagram como herramienta de comunicación social, los participantes fotografiaron y comentaron en la red las grandes problemáticas del mundo actual como el consumo injusto, la explotación de los recursos naturales y la pobreza energética. Con el trasfondo de esta red social, trabajaron posibles acciones que en su día a día pueden llevar a cabo para mejorar el mundo en el que vivimos.
Gracias a la colaboración y participación de estos jóvenes en las actividades emprendidas el pasado fin de semana, se ha demostrado que el esfuerzo y la dedicación de su tiempo para combatir las injusticias del mundo no es una simple actividad, sino un propósito de vida por el que merece la pena luchar.