Profesionales de distintos ámbitos dialogaron en torno a los cinco principios pedagógicos que sustentan el NCA en una mesa redonda moderada por José María de Moya, periodista y director de Magisterio.
La psicóloga María Jesús Álava Reyes habló de la importancia de desarrollar una conducta y una actividad autorregulada, algo que en su opinión “debería formar parte del currículo” porque “la autorregulación va a permitir a los alumnos ser personas libres”.
Jorge Sierra, integrante del equipo distrital de La Salle, conferenciante TED y ex presidente de Wikimedia España, subrayó el gran valor de la interioridad, un principio “educable”. “Necesitamos equipar a nuestros chavales para lidiar con los límites de la vida” y para que “puedan ir más allá”. Señaló además que el silencio en una herramienta fundamental para que se produzca esta apertura a la trascendencia.
Por su parte, Juan Fernández-Aceytuno, ingeniero, empresario y fundador de Know Square, lamentó que “en el día a día no nos paramos a discernir cómo construimos nuestro pensamiento”, cuando “las preguntas importantes de tu vida las decide la estructura de tu pensamiento”. “Una sólida construcción del pensamiento nos permite crecer en paz e irradiarla”.
Sobre la dimensión social del aprendizaje, Paula Farias, médico, cooperante, expresidenta de Médicos sin Fronteras y escritora) subrayó que “somos seres sociales desde el principio de los tiempos”, por lo que hizo una llamada a recuperar ese “espíritu de manada”, esa capacidad de empatizar con los demás.
Por último, Marta Arce, deportista paralímpica de la modalidad de parajudo y conferenciante, explicó el modo en el que el movimiento le abrió la puerta “a tener experiencias positivas”, por lo que invitó a “seguir potenciando” todo lo relacionado con este aspecto, que en el NCA se enmarca dentro del principio “Mente, cuerpo y movimiento”.
A continuación, el congreso vivió uno de sus momentos más especiales cuando se bajaron las luces y el educador de La Salle hizo un llamamiento al público a partir un tubo de luz que se repartió a cada uno de los asistentes para recrear ese “efecto luciérnaga” y mostrar que “si hoy queremos brillar como escuela necesitamos romper” con la mentalidad de otros tiempos.
Itziar Muniozguren, coordinadora del equipo de desarrollo del modelo NCA a nivel distrital, ofreció la mirada y la voz del educador en este proceso. Explicó que “juntos decidimos que cuando ya no teníamos nada más que cambiar, lo cambiamos todo”.
Subrayó en este sentido que “pasamos de la respuesta a la pregunta, de la enseñanza al aprendizaje, de la disciplina rígida al acompañamiento. De la repetición a la creación. De las paredes al espacio abierto. De las instituciones originales al presente”. “Nos emociona profundamente ser parte de una comunidad educativa que sueña junta”.
El congreso concluyó con agradecimientos y una actuación musical que puso en pie a todo el auditorio.