La Salle celebra el XXV Aniversario de sus Obras Socioeducativas en Andalucía y Melilla

Tal día como hoy, hace 25 años, llegaba al Hogar La Salle en Guadix (Granada) el primer joven en recibir apoyo y acompañamiento por parte de los Hermanos de La Salle en Andalucía. Por ello, la Familia Lasaliana celebra con entusiasmo este sueño que durante los últimos 25 años ha encarnado el espíritu del carisma lasaliano: estar al servicio de los más necesitados, inspirados en la visión de San Juan Bautista de La Salle.

Actualmente, las Obras Socioeducativas La Salle intervienen a diario en Andalucía y Melilla a más de 300 menores en riesgo o situación de vulnerabilidad social, 24 menores en un hogar de acogida, 12 jóvenes inmigrantes mayores de edad en un hogar de emancipación, 160 mujeres inmigrantes y 170 personas sin hogar. Su labor se despliega en iniciativas que van desde programas socioeducativos con infancia y familia, centros residenciales en protección y emancipación o programas sociolaborales, hasta acciones encaminadas a la sensibilización, participación y acción comunitaria.

Con la misión de acompañar a las personas en situación de vulnerabilidad a través de la prevención, intervención educativa y promoción social, La Salle transforma vidas hoy a través de Hogar San Ramón y San Fernando en Loja (Granada), Asociación Calor en la Noche en Cádiz, Asociación Estrella Azahara en Córdoba, Asociación Proyecto Alfa en Melilla, Asociación Hogar La Salle en Jerez de la Frontera (Cádiz) y Asociación Manos Abiertas con Norte en Sevilla.

Para conmemorar este aniversario, se llevarán a cabo diversas actividades que invitan a la reflexión, la gratitud y el encuentro fraterno. De entre todas ellas, destaca la jornada de celebración y encuentro con los jóvenes beneficiarios, voluntarios y colaboradores que tuvo lugar el pasado 16 de noviembre en Loja (Granada), donde se ha reconocido la labor de todas las personas e instituciones que han apoyado esta misión compartida.

Fernando Martel, director de la Red de Obras en Andalucía y Melilla, ha expresado: “Este XXV aniversario es un momento para dar gracias a Dios por el camino recorrido y para renovar nuestro compromiso lasaliano de estar siempre atentos a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas, especialmente de aquellos que viven en situaciones de exclusión. Hemos visto cómo la educación puede transformar vidas y comunidades, y seguiremos trabajando con la misma ilusión y entrega para que las futuras generaciones tengan las herramientas necesarias para construir un futuro mejor”.

La Salle, fiel a su misión, reafirma su vocación de construir una comunidad que sea un espacio de acogida, donde se viva el valor de la fe, la fraternidad y el servicio. Este aniversario nos invita a continuar siendo «signo de la presencia de Dios» en la vida de las personas a las que servimos, con la convicción de que la educación, acompañada de cercanía y afecto, continúa la misión de “tocar los corazones” de quienes más lo necesitan.

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