En la madrugada del pasado 10 de febrero fallecía en Donostia-San Sebastián el H. Pedro Arrambide Iriazábal, a los 75 años de edad. Originario del Distrito (hoy Sector) de Bilbao, fue durante muchos años responsable de Proyde, en Madrid, y de Secoli, en Roma.
La Conferederación Española de Religiosos (Confer) dedica estas palabras en su memoria:
El H. Pedro estuvo vinculado a la Confer en la década de los 90 (1986-1998) como responsable del área de Misiones. Abrió nuevos caminos para la cooperación con los pueblos empobrecidos, y preparó y publicó nuevos recursos para la sensibilización. Su actividad fue imparable.
Había nacido en Hondarribia (Fuenterrabía, Guipúzcoa) mirando al infinito del mar. Ingresó de joven en el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle), y su mirada y su compromiso no se limitaron a su tierra, se dirigieron más allá, a los mundos empobrecidos más necesitados.
Una característica del H. Pedro en el servicio a favor de los pobres ha sido su capacidad para implicar a otros muchos en ello, tanto con una presencia personal como con sus aportaciones económicas. No se ha contentado nunca con una implicación suya personal. Así fue en su servicio en la Confer.
Ya antes, durante siete años en Roma estuvo al frente del Servicio de Cooperación Lasaliana Internacional (Secoli) del Instituto de La Salle. En 1986, compaginando su servicio de la Confer preparó y presentó a los superiores de La Salle una de sus intuiciones importantes, la creación de Proyde -la ONGD lasaliana Promoción y Desarrollo-, y logró su puesta en marcha. Sus colaboradores iniciales fueron otros dos Hermanos, educadores como él, con experiencia misionera y que creían como él en el proyecto.
Pero Pedro se implicó personalmente en el mundo de los pobres y de las misiones en varias épocas de su vida, sobre todo en el Cuerno de África. De joven en Keren (Eritrea) y después de su servicio en la Confer, durante once años, en Asmara y Hagaz (Eritrea).
Estando en Eritrea el Gobierno Vasco le concedió el Premio Cooperante Vasco 2006, galardón creado para reconocer y recompensar la labor de aquellas personas del País Vasco que se han distinguido por las actividades de solidaridad llevada a cabo en países del Tercer Mundo.
En 2009 dejó Eritrea con mucho dolor, ante la política del gobierno en contra de los misioneros extranjeros y fue llamado a Roma para la animación del Departamento de Solidaridad.
En 2013 tuvo que regresar a su tierra por problemas de salud. El 15 de octubre de 2014 el ayuntamiento de su ciudad natal, Hondarribia, rindió un sentido homenaje al H. Pedro Arrambide en «reconocimiento por su voluntariado, por su larga trayectoria dedicada a ayudar a los demás en diferentes lugares del mundo».
Pedro, entre otras muchas cosas dejó escrito: «Para mí la vida tiene sentido en la fe en Jesucristo. La gran recompensa es que uno encuentra su identidad y la felicidad en el servicio a los demás». Y solía añadir: «La vida es como el coco, si no se abre se pudre».